Ciudad de México, 24 de diciembre de 2025.– En una etapa de la vida donde falta de acceso inmediato a una pensión, varias personas de entre 57 y 59 años en la Ciudad de México encontraron un respaldo clave a través del programa Ingreso Ciudadano Universal (ICU), impulsado por la Secretaría de Bienestar e Igualdad Social durante 2025.
El programa fue diseñado para atender a un grupo etario que suele quedar fuera de los principales esquemas de protección social, particularmente en zonas con Índice de Desarrollo Social bajo y muy bajo. Su objetivo central ha sido reducir la vulnerabilidad económica en el periodo de transición entre el empleo activo y el acceso a sistemas formales de retiro.
Mediante una transferencia directa de 2 mil pesos bimestrales, el ICU permitió a las personas beneficiarias cubrir gastos esenciales como alimentación, medicamentos y servicios básicos. Para muchas, este apoyo representó una mayor autonomía económica. “Lo uso para la despensa y mis medicinas; me da tranquilidad no tener que pedir prestado”, señaló una beneficiario del programa.
Cifras oficiales indican que, a lo largo del año, el Ingreso Ciudadano Universal alcanzó a 87 mil 316 personas en la capital, consolidándose como una de las principales herramientas de apoyo económico directo para este sector de la población. La iniciativa se integra a una política social más amplia orientada a garantizar el derecho al mínimo vital mediante transferencias monetarias no condicionadas.
La Secretaría de Bienestar e Igualdad Social ha planteado como meta avanzar hacia un sistema de bienestar integral que articule programas sociales, servicios públicos y fortalecimiento comunitario, con énfasis en la igualdad sustantiva y la atención a grupos prioritarios. En este marco, también se desarrollan acciones dirigidas a personas en situación de calle, esquemas de atención ante emergencias sociales y la entrega de apoyos inmediatos para cubrir necesidades básicas.
Asimismo, la estrategia social de la ciudad incorpora el reconocimiento del derecho humano al cuidado, con programas enfocados en redistribuir estas tareas y disminuir la carga familiar y de género. Bajo esta visión, el Ingreso Ciudadano Universal se consolida como un componente estructural de la red de protección social de la Ciudad de México, orientada a disminuir brechas de desigualdad y garantizar condiciones de vida más dignas antes de la vejez.
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