Raquel Buenrostro anunció que, tras la desaparición del INAI, sus funciones se dividirán en dos partes: acceso a la información bajo un órgano desconcentrado y protección de datos bajo el Ejecutivo. Aseguró que se mantendrán los derechos de los ciudadanos con un presupuesto reducido
Las mañaneras electorales: niño ahogado y pozo abierto
Xóchilt Gálvez hizo bien en exigir al INE que, ante las transgresiones cotidianas, las mañaneras se cancelen hasta después de las votaciones. ¿Qué decidirá el Tribunal Electoral?
Raquel Buenrostro anunció que, tras la desaparición del INAI, sus funciones se dividirán en dos partes: acceso a la información bajo un órgano desconcentrado y protección de datos bajo el Ejecutivo. Aseguró que se mantendrán los derechos de los ciudadanos con un presupuesto reducido
El problema de las mañaneras en periodo electoral. Análisis de Julián Andrade.
EMEEQUIS.– La mañanera no se suspenderá en elecciones. No hay forma que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) apruebe algo semejante, porque sus criterios han ido en otro sentido.
En la Sala Superior, al menos una mayoría, no se aventurarán en contrariar al presidente López Obrador y optarán por seguir pidiendo que se edite lo que ya ocurrió. Esto es, tapar el pozo, a medias, con niño o sin niño.
Eso no quiere decir que esté bien lo que hace el presidente López Obrador, al meterse un día sí y otro también en temas electorales, ya que es una violación muy clara a la ley, la que prohíbe que los servidores públicos hagan propaganda.
Es más, inclusive lo hace dentro del filo de las interpretaciones sobre los temas que no están incluidos en la veda electoral y que son los de seguridad, educación y salud.
Sobre este último aspecto, el titular del Ejecutivo invitó a los 21 gobernadores de extracción morenista, para hablar de las bondades del programa IMSS-Bienestar. ¿No se podían esperar unas semanas? No, porque en el fondo también es propaganda.
El enredo no es menor, y terminará por incidir en la calificación de la elección, porque es evidente que ya hay una intromisión indebida y que esta afecta la equidad en la contienda y significa, además, la utilización de recursos públicos.
Xóchilt Gálvez hizo bien en exigir al INE que, ante las transgresiones cotidianas a lo que especifica el modelo de comunicación política, las mañaneras se cancelen hasta después de las votaciones.
Acertó, porque deja en claro lo que está ocurriendo, y eso podrá ser utilizado en el momento en que se consideren las impugnaciones respecto al propio proceso electoral.
En términos legales es una estrategia que puede rendir frutos en el futuro y es, eso quizá sea lo más relevante, la visualización concreta de una intervención del gobierno como no se veía desde 1988.
En el fondo, es una renuncia a lo que buena parte de la izquierda exigió y que derivó en el entramado legal que ahora está vigente.
Hay que insistir que las restricciones a los servidores públicos durante las elecciones se instituyeron a petición del grupo político al que pertenecía el ahora presidente de la República.
Una reforma que significó prohibir la contratación de espacios en medios electrónicos por particulares, dotando al INE de tiempos oficiales para la propaganda de los partidos, y que sujetó a los servidores públicos a la neutralidad.
El modelo ya no le gusta al presidente López Obrador o solo quiere que se aplique a sus adversarios que, a fin de cuentas, es lo mismo en términos prácticos.
En un año, las autoridades electorales han ordenado modificar 70 horas de las conferencias presidenciales, de acuerdo con un reporte en El Heraldo de México.
De cuantificarse, por las réplicas que la mañanera tiene en los canales públicos, el daño es ya mayor y debiera significar que se compute como gasto de campaña. Pero esto tampoco pasará y por múltiples complejidades de índole técnica, pero sobre todo política.
El presidente López Obrador señala que si se cancelaran sus conferencias sería un agravio a la libertad de expresión, lo que tampoco es así.
Claudia Sheinbaum considera que la petición de la abanderada de Fuerza y Corazón por México “es un acto autoritario”.
Sería interesante observar qué harían ellos como oposición ante un presidente de la República en franca campaña.
En su momento hicieron un escándalo por mucho menos de lo que ahora ocurre y exigieron, por ejemplo, que el entonces presidente Vicente Fox dejara de referirse a las campañas y tenían razón.
Podrían comportarse como demócratas, con una regla muy sencilla, que en las conferencias de las mañanas no se traten temas que puedan incidir en el ánimo de los electores.
¿Es tan difícil? Al parecer sí, por la personalidad del propio mandatario y porque quiere estar presente en la decisión que definirá el futuro del país en términos democráticos.
Una papa caliente para el INE y el TEPJF donde no la tienen sencilla, pero ante probables escenarios que no pueden llamar a sorpresa a nadie.
LAS VÍSPERAS DEL 2024
La candidata de Morena dijo en el debate que los feminicidios bajaron en 30% en la CDMX. Más bien subieron en 37%, como comprobó el portal Verificado. Quizá a Sheinbaum se le confundieron las tarjetas.
@jandradej