Mientras San Juan Cancuc y Chenalhó, en Chiapas, son todavía de los municipios más pobres de México, sus alcaldes perciben salarios más altos que los de varios secretarios estatales. Con remuneraciones que superan los 70 mil pesos mensuales, ¿cómo justifican los gobernantes estos sueldos cuando sus comunidades carecen de servicios básicos?
La oposición: ¿Xóchitl Gálvez o Lilly Téllez?
La oposición no revertirá el escenario si apuntala al adversario. No es pleito, es política y, por qué no, también marketing electoral.
Mientras San Juan Cancuc y Chenalhó, en Chiapas, son todavía de los municipios más pobres de México, sus alcaldes perciben salarios más altos que los de varios secretarios estatales. Con remuneraciones que superan los 70 mil pesos mensuales, ¿cómo justifican los gobernantes estos sueldos cuando sus comunidades carecen de servicios básicos?
Xóchitl y Lilly: dos posturas y un objetivo. Análisis de Julián Andrade.
CONFIDENTE EMEEQUIS
EMEEQUIS.– La mayoría con que cuenta Morena en el Poder Legislativo, sus gubernaturas y, por supuesto, la Presidencia de la República, obligan a la oposición, el PAN, PRI y MC, a una reflexión práctica: ¿a quién piensan hablarle?
Uno de los éxitos de Andrés Manuel López Obrador provino de que siempre supo cuál era su audiencia clave, su público específico. Por eso nunca celebró nada a los gobiernos de Felipe Calderón y de Enrique Peña Nieto.
Parece sencillo, aunque no lo es. Lo primero que se tiene que hacer es conocer los respaldos con los que se cuenta, para no perderlos, después, aunque en realidad es lo más relevante, trabajar en esas franjas de la población que son volubles e indecisas, pero que pueden resolver una contienda y, por supuesto, olvidarse del conglomerado de adversarios, ya que ahí no se suma nada.
¿Eso hacen los opositores en México? Al parecer siguen empeñados en que la presidenta Claudia Sheinbaum los volteé a ver, para colaborar, porque son institucionales, pero también para intentar reparar los daños que sufrieron en las urnas y que se remataron con la sobrerrepresentación legislativa a favor del morenismo.
Pero no será por ahí como construyan opciones para el futuro y en particular para el 2027. Tienen, insisto, que voltear a ver a quienes sufragaron por ellos y buscar nuevas adhesiones.
Si celebran lo que hará el gobierno, si muestran que hay borrón y cuenta nueva, los indecisos optarán por lo conocido y seguro, que es Morena y lo que se alinea a la 4T.
Un ejemplo de esto es el intercambio de posturas entre Xóchitl Gálvez y Lilly Téllez. La primera, fiel a su formación, mandó un mensaje de esperanza a la nueva presidenta y le deseó lo mejor. Es el cuadrante que sostiene que si le va bien a quien gobierna, le va bien a México. La segunda, en cambio, se decantó por pintar una raya muy clara.
Quien fue abanderada de Fuerza y Corazón por México expresó que, le desea a Sheinbaum que haga “un buen gobierno que pueda dejar atrás la elección de Estado con la que llegaste al poder”.
La senadora Téllez objetó: “no Xóchitl Gálvez, no es correcto desearle éxito a Sheinbaum, porque si le va bien a ella, le irá mal a México. Es irrelevante que sea mujer, lo importante es que no respeta la democracia ni la libertad. Hay que oponernos con decisión y dignidad al continuismo que destruye”.
Hay que hacerse las siguientes preguntas ante el éxito que tuvo el presidente López Obrador. ¿Le fue mejor al país? ¿tenemos una mejor situación que la imperaba en 2018?
En la respuesta, radica, aunque sea en parte, si se está en la oposición y de su escala.
Me parece que quien acierta es la senadora Téllez, se requiere de un discurso que dé esperanzas a las minorías, no que acompañe a la mayoría.
¿Por qué? Por la sencilla razón de que no se revertirá el escenario si se apuntala al adversario. No es pleito, es política y, por qué no, también marketing electoral.
La campaña tiene que ser permanente porque la emergencia democrática que alentó a la creación del Frente Amplio por México no disminuyó, sino que se acrecentó.
La destrucción del Poder Judicial no traerá nada bueno, están pendientes las reformas que desaparecerán los órganos autónomos y falta la que tiene que ver con lo electoral.
La militarización es un hecho y va para largo, con todos los desafíos que implicará en materia de derechos humanos. La población seguirá expuesta a los criminales, como en Sinaloa y en Chiapas, porque no hay muestras de que el cambio en ese aspecto sea siquiera modesto.
La oposición tiene que hacer su trabajo para evitar el deterioro, insistiendo en el daño que se generará y hablándole a quienes sí los van a escuchar.
@jandradej