Autoridades informaron de la balacera de ayer por el caso de Sandra Domínguez, pero no dijeron si la encontraron o si tienen pistas de su paradero. Su madre exige respuestas.
Saldo del terror: documentan 601 muertes en Sinaloa
Al menos 601 personas han sido asesinadas tras la disputa entre los cárteles de los Guzmán y los Zambada, sin embargo, la cantidad de desaparecidos es mayor: 750, esto de acuerdo con un conteo del medio Noreste.
Autoridades informaron de la balacera de ayer por el caso de Sandra Domínguez, pero no dijeron si la encontraron o si tienen pistas de su paradero. Su madre exige respuestas.
Se rompió la calma tras el secuestro del “Mayo” Zambada. La noche del lunes 9 de diciembre el conocido youtuber Leobardo “N”, de 37 años, mejor conocido como “El Gordo Peruci”, fue ejecutado a balazos. Foto: José Betanzos Zárate / Cuartoscuro.com.
EMEEQUIS.– En Sinaloa, 601 personas han sido asesinadas tras la disputa entre los cárteles de los Guzmán y los Zambada, sin embargo, la cantidad de desaparecidos es mayor a 750. Todo es parte de una disputa por el territorio a raíz del secuestro de Ismael Zambada García el 25 de julio.
En ese entonces se informó sobre la detención de Joaquín Guzmán López e Ismael “El Mayo” Zambada, quienes abordaron un avión para entregarse al Gobierno de Estados Unidos. Según algunas versiones, fue Guzmán López quien obligó a “El Mayo” a entregarse junto con él. Desde ahí se intensifica el conflicto armado entre los cárteles, quienes buscan tener un solo ganador que controle todo el territorio.
Esta traición desató un enfrentamiento entre los dos clanes criminales más poderosos de Sinaloa y sumió a los culiacanenses en el miedo y una profunda parálisis económica, explica el medio Noreste en su reportaje “Un ‘levantadero’: el terror comenzó antes”.
De acuerdo con Noreste, esta guerra podría definir el control absoluto sobre Culiacán, considerada la cuna y meca del Cártel de Sinaloa. La nueva fractura, iniciada el 25 de julio pasado, ha marcado una diferencia al centrar la violencia en la privación de la libertad como táctica principal. En los últimos 140 días, Sinaloa registra 601 asesinatos y 750 secuestros, desmantelando la falsa pacificación presumida por Quirino Ordaz Coppel y Rubén Rocha Moya.
En 2008, el Cártel de Sinaloa enfrentó una fractura significativa cuando Alfredo Beltrán Leyva, “El Mochomo”, fue detenido, y su hermano Arturo, “El Barbas”, declaró la guerra a “El Chapo” Guzmán y los Zambada, aliándose con Los Zetas. Esa guerra dejó un saldo devastador: 6,620 asesinatos y 1,479 personas privadas de la libertad en Sinaloa entre 2008 y 2011.
La violencia resultante ha sumido al estado en el caos, al grado de que el secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, se mudó a Culiacán una semana en un intento por reducir los índices de violencia.
DE LA CALMA AL CAOS
Según el medio Noreste, Sinaloa nunca ha sido un estado verdaderamente pacífico, pero esta crisis ha agudizado los niveles de violencia en el estado.
“El cambio ha sido tan drástico que hasta el 10 de diciembre pasado, el 2024 ya supera en 8.7 por ciento el máximo histórico de mil 319 privaciones de la libertad registradas durante el 2019. Así, el 2024 es ya el peor año en la historia de Sinaloa en materia de privaciones de la libertad con mil 434 casos, lo que significa un promedio de 4.2 personas por día, una cada seis horas”, se lee en el texto.
Durante los 140 días que han transcurrido desde el inicio de esta disputa, el medio Noroeste ha desarrollado una base de datos propia para documentar las desapariciones en Sinaloa, con el objetivo de analizar y comprender esta forma de violencia, que supera incluso a los homicidios.
La base de datos se construyó a partir de fichas de búsqueda emitidas por la Comisión Estatal de Búsqueda de Sinaloa, registros de los colectivos de buscadoras como Sabuesos Guerreras en Culiacán y Por las Voces sin Justicia en Mazatlán, además de información extraída de redes sociales.
De acuerdo con el análisis realizado por Noroeste, 9 de cada diez personas privadas de la libertad durante esta ola de violencia en Sinaloa son hombres jóvenes con un promedio de edad de 31 años, mientras que las mujeres tienen un promedio ligeramente superior a los 25 años.
Entre las víctimas se encuentran 68 menores de edad, de los cuales el 44% continúa en calidad de “No localizado” y tres más han sido hallados “Sin vida”.
Los municipios con mayor concentración de privaciones de la libertad son Culiacán, con 399 casos (54% del total); Mazatlán, con 182 casos (24%); y Navolato, con 44 casos (6%). El resto de los incidentes se distribuye en prácticamente todos los municipios del estado, excepto en Badiraguato, el municipio serrano que ha dado origen a algunos de los capos más célebres de Sinaloa.
Noreste entrevistó a varios habitantes del estado, quienes relatan cómo es su vida en medio de una creciente ola de violencia y desaparición. La camioneta roja se ha vuelto un mito entre ellos. “-Dicen que hay una camioneta roja aquí afuera, con gente armada… O que anda por aquí”, menciona Ovier.
“Su perfil es el mismo del de los más de 600 hombres que han sido raptados en los últimos cuatro meses en Sinaloa: hombre, moreno, adulto joven, con motocicleta y recorriendo la ciudad de Culiacán por las noches”.
Desde el rapto de Ismael “El Mayo” Zambada el 25 de julio de 2024, las desapariciones en Sinaloa han experimentado un aumento significativo y un cambio en su perfil. Según María Isabel Cruz Bernal, lideresa del colectivo Sabuesos Guerreras, a finales de agosto se detectó un incremento en los casos, destacando un patrón inusual: comenzaron a desaparecer personas adultas de entre 45 y 70 años, además de los jóvenes que comúnmente son víctimas.
La base de datos elaborada por Noroeste respalda esta observación. En agosto, la edad promedio de los desaparecidos era de 35 años, descendiendo a 30 en septiembre y octubre, y a 28 en diciembre. Estas privaciones de libertad coinciden con la disputa entre los clanes Guzmán y Zambada, que ha generado al menos cinco “olas” de desapariciones desde agosto, con picos de hasta 10 casos diarios y mínimos de cuatro.
Cruz Bernal señala que muchas desapariciones ocurren en las mismas zonas donde previamente habían plagiado a adultos, lo que sugiere que estos podrían ser líderes locales de las plazas. Después de estas desapariciones, se desató el “levantadero” de jóvenes de entre 14 y 35 años.
De acuerdo con los datos de Noroeste, sólo el 8% de las personas desaparecidas han sido encontradas sin vida, mientras que la mayoría permanecen en paradero desconocido.
LA VIDA DEPENDE DEL HUMOR DE LOS CRIMINALES
María Isabel critica que la vida de los jóvenes depende del humor de los criminales, quienes deciden si los liberan o los asesinan:
“Es un número bastante grande el de jóvenes que desaparecen y que supuestamente no tienen nada que ver, pues los sueltan con vida; o los asesinan; pero son pocos comparados con la cantidad que han desaparecido. Entonces ¿en dónde están los demás?”, cuestiona y agrega:
“Pues es que bien lo dijo el de la Sedena ¿no?, que, pues, la paz depende de ellos y ellos tienen el control de nosotros mismos, de toda la ciudad”.
@emeequis