Autoridades informaron de la balacera de ayer por el caso de Sandra Domínguez, pero no dijeron si la encontraron o si tienen pistas de su paradero. Su madre exige respuestas.
Los aciertos de Alessandra que no tuvo Taboada
Al estilo Sheinbaum, en el equipo de Santiago Taboada asumían que la elección por la CDMX era “mero trámite”, pues Clara Brugada era la segunda opción tras quedar fuera Omar García Harfuch. No fue así. Mientras tanto, Alessandra Rojo de la Vega construía poco a poco la hazaña de ganar la Cuauhtémoc.
Autoridades informaron de la balacera de ayer por el caso de Sandra Domínguez, pero no dijeron si la encontraron o si tienen pistas de su paradero. Su madre exige respuestas.
Alessandra Rojo de la Vega empezó de menos a más y Santiago Taboada se fue desinflando. Foto: Cuartoscuro.com.
EMEEQUIS.– La aplanadora de Morena y aliados dejó varias carreras políticas heridas, pero también evidenció las campañas que se hicieron bien, haciéndole frente a hegemonías territoriales oficialistas.
Y las que se hicieron mal.
Claudia Sheinbaum fue criticada por decir que las elecciones eran un mero trámite. Xóchitl Gálvez, una candidata partidista pero también de la sociedad civil, tuvo que enfrentarse al aparato del Estado mexicano y perdió por casi 30 puntos.
Si bien las tendencias apuntaban desde el año pasado a una contundente victoria de la exjefa de Gobierno, en la CDMX las cosas no parecían tan claras.
La oposición realmente creyó que sería un “mero trámite” la victoria de Santiago Taboada, y ahí se inyectó el apoyo de los tres partidos.
En primer lugar, porque el panista arrancó como puntero en su interna, en la que Kenia López y Lía Limón declinaron para dejarle paso como líder de la contienda desde el frente. La otra señal que parecía allanar el camino fue que su rival, Clara Brugada, era el segundo lugar dentro de la interna de Morena y aliados.
La exalcaldesa de Iztapalapa (quien tuvo el 26.7% de las preferencias dentro de Morena) había quedado a una distancia considerable de Omar García Harfuch (quien obtuvo un holgado 40.5%.).
Por si fuera poco, en los pasillos del partido guinda se rumoraba que Sheinbaum había roto lazos con Brugada, en un apoyo a las aspiraciones del exsecretario de Seguridad Ciudadana.
Con mucha confianza, Taboada armó su equipo, aunque eligió a políticos que, ante ojos de la ciudadanía, tenían una reputación cuestionable, como Ernesto Cordero (quien dijo que una familia podía vivir con 6 mil pesos mensuales), y Federico Döring, con una larga estela de escándalos que incluían acusaciones de compadrazgo en puestos de poder y hasta de peleas con el hoy presidente de la República.
Esto generó un encapsulamiento en la campaña de Taboada, que no dejó que voces con buena voluntad le hicieran críticas constructivas y correcciones cuando aún era tiempo: el equipo blanquiazul decidió ignorarlas, enfocándose en una estrategia que descuidó zonas esenciales que fueron determinantes para la victoria de Brugada, como Iztapalapa.
MIENTRAS TANTO, ALESSANDRA CONSTRUÍA SU VICTORIA
La verdadera campaña al estilo David contra Goliat en la capital fue la que emprendió Alessandra Rojo de la Vega. Al filo del inicio del proceso electoral, el PAN y el PRI ofrecieron la candidatura de la Cuauhtémoc a varias personas, pero la lucha inspiraba temor, porque la zona era un bastión de los Monreal, y revestía una complejidad operativa, sobre todo por poderes de facto, como el crimen organizado (en especial la Unión de Tepito).
Alessandra Rojo de la Vega dijo que sí con un perfil por delante que proyectaba empuje y competitividad. Dio la sorpresa por sus confrontaciones públicas hacia los Monreal, lo que sumado a otros factores de recorridos territoriales, logró emparejar las encuestas en una alcaldía que se había dado por perdida por parte de la oposición.
El empuje de la campaña resaltó todavía más luego de que la candidata sufriera un atentado en el que un hombre disparó varias veces contra su vehículo en la Peralvillo (en medio de un proceso electoral donde murieron más de una treintena de aspirantes a cargos públicos en distintas partes del país).
Desde otro bunker, Taboada confió en que el tema de la crisis hídrica y los señalamientos por la casa de 300 pesos contra Brugada servirían para tirar la candidatura de Morena. Sin embargo, Clara rápidamente apagó el fuego y siguió ganando terreno.
Rojo, en cambio, no dio tregua a Caty Monreal en dos meses de campaña. La acusó de tener siete gasolineras y 48 propiedades; de ganar ilegalmente 71 contratos que la Secretaría del Bienestar de Zacatecas para su empresa, Multiservicio la Plata SA de CV, entre muchos señalamientos que evidenciaron los problemas de los gobiernos de los Monreal.
Estas batallas las libró sin el apoyo total de sus partidos, que estaban concentrados en Taboada y su cruzada por la Jefatura de Gobierno. Rojo, con presupuesto limitado, trabajó al lado de amigos y un equipo pequeño. Así, dio la sorpresa el 2 de junio: había ganado de forma contundente.
En cambio, la campaña fallida de Santiago Taboada dejó enojos, cuestionamientos sobre encuestas (como en el caso de Xóchitl) y deudas con proveedores, a los cuales no se les ha dado la cara.
Mientras tanto, se menciona que Taboada y el equipo que lo acompañó planean tomar el control del PAN en la CDMX y otros espacios.
@emeequis