Con un ritmo de 584 nuevos empleos mensuales, Mérida ocupa el tercer lugar nacional en generación de empleo. Esfuerzo conjunto del Ayuntamiento de Mérida y la iniciativa privada por mejorar las condiciones de vida de las y los meridanos y consolidar a Mérida como una ciudad próspera y equitativa
Trump autoriza derribo de aviones venezolanos tras escalada en el Caribe
Trump autorizó a su Ejército a derribar aviones venezolanos tras el sobrevuelo de cazas sobre un buque de EU en aguas internacionales. La tensión aumentó luego de que fuerzas estadounidenses lanzaran un misil contra una embarcación ligada al narco, con 11 muertos, mientras Washington acusa a Maduro de narcotráfico y Caracas denuncia agresión militar
Con un ritmo de 584 nuevos empleos mensuales, Mérida ocupa el tercer lugar nacional en generación de empleo. Esfuerzo conjunto del Ayuntamiento de Mérida y la iniciativa privada por mejorar las condiciones de vida de las y los meridanos y consolidar a Mérida como una ciudad próspera y equitativa
EMEEQUIS.- El Caribe vive horas de tensión creciente. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que su Ejército tiene autorización para derribar aviones venezolanos si los comandantes lo consideran necesario, una advertencia que llega tras un episodio de confrontación en altamar y que refleja una escalada que mezcla diplomacia, narcotráfico y poder militar.
UN INCIDENTE QUE ENCENDIÓ LAS ALARMAS
El detonante fue el sobrevuelo de cazas venezolanos sobre un buque estadounidense en aguas internacionales, un acto que Washington consideró como un movimiento hostil. La respuesta fue inmediata: Estados Unidos trasladó 10 cazas F-35 a Puerto Rico, en una señal inequívoca de que no tolerará provocaciones.
Trump, visiblemente desafiante, declaró ante los reporteros en la Casa Blanca:
“Si nos ponen en una situación peligrosa, serán derribados“. Y añadió que las tropas desplegadas pueden tomar decisiones inmediatas si sienten que la seguridad está en riesgo.
EL MISIL CONTRA UN BARCO NARCO
Pero la tensión ya venía en aumento. Apenas horas antes, fuerzas estadounidenses desplegadas en el Caribe lanzaron un misil contra una embarcación presuntamente vinculada al narcotráfico, que navegaba en aguas internacionales frente a las costas venezolanas.
El ataque dejó 11 muertos, a quienes Trump calificó como “narcoterroristas”. Según medios en Washington, la embarcación estaría ligada a redes criminales operadas desde Venezuela, entre ellas el Tren de Aragua, organización transnacional señalada por tráfico de drogas, armas y personas.
Desde Caracas, la reacción fue de indignación. El ministro de Interior, Diosdado Cabello, condenó la acción como una “ejecución sin fórmula de juicio”, denunciando que Estados Unidos actúa como juez y verdugo con el objetivo de justificar un cambio de régimen.
MADURO EN LA MIRA DE WASHINGTON
La administración Trump sostiene que Nicolás Maduro lidera una red internacional de narcotráfico que amenaza la seguridad de Estados Unidos. En ese marco, Washington elevó a 50 millones de dólares la recompensa por la captura del mandatario venezolano, acusándolo de utilizar las estructuras del Estado para proteger y expandir el negocio ilícito.
Cuando se le preguntó directamente si busca un cambio de régimen en Caracas, Trump evadió la respuesta, pero dejó clara su narrativa:
“No queremos drogas que matan a nuestra gente“.
EL FACTOR POLÍTICO EN WASHINGTON
La estrategia estadounidense hacia Venezuela tiene un fuerte componente electoral. Florida, con su numerosa comunidad venezolana y cubana, es un estado clave en cualquier elección presidencial. En este contexto, Marco Rubio, senador republicano, ha sido uno de los principales promotores de la línea dura contra Maduro.
Rubio ha empujado a la Casa Blanca a adoptar medidas cada vez más agresivas, convencido de que una postura firme en el Caribe refuerza tanto la seguridad de Estados Unidos como la base política republicana en su estado.
LA RESPUESTA DE VENEZUELA
Mientras Trump endurece su discurso, Caracas denuncia una campaña de hostigamiento. El régimen de Maduro asegura que Estados Unidos pretende crear un pretexto para una intervención militar, disfrazando acciones bélicas de operaciones antinarco.
Maduro, respaldado por aliados como Rusia, Irán y Turquía, insiste en que Venezuela enfrenta un bloqueo internacional que busca asfixiar su economía y su soberanía. Al mismo tiempo, militares venezolanos han intensificado maniobras en el Caribe, con ejercicios de defensa aérea y naval, como muestra de fuerza frente a la presión estadounidense.
UNA REGIÓN AL BORDE DEL CHOQUE
Los últimos movimientos evocan los días más oscuros de la Guerra Fría. El Caribe se ha convertido en tablero de confrontación, con despliegues navales, sobrevuelos de cazas y operaciones encubiertas en altamar.
Expertos internacionales advierten que la situación es altamente volátil:
- Una provocación aérea podría terminar en un derribo real.
- Un error en altamar podría desencadenar un choque militar directo.
- La presión por parte de Washington podría empujar a Caracas a cerrar filas con Moscú y Pekín, abriendo un frente geopolítico de mayor alcance.
ENTRE NARCOTRÁFICO Y SOBERANÍA
Más allá del discurso militar, la narrativa de Trump vincula la lucha antidrogas con la seguridad nacional estadounidense. Pero en Venezuela, el gobierno insiste en que lo que está en juego es la soberanía.
La pregunta de fondo sigue abierta: ¿se trata de un combate real contra el crimen organizado transnacional, o de una estrategia para debilitar y eventualmente derrocar a Maduro?
@emeequis

