Ricardo Anaya corre en su tierra. Planes, fintas y topes de un panista en el exilio

En días recientes, los vecinos del Club Campestre de Querétaro afirman haber visto a un cuarentón espigado, de casquete corto, correr por las orillas del campo de golf, cerca de las canchas de tenis. Lo aprecian serio, tranquilo, meditabundo. Han visto movimiento en la casa familiar de los Anaya Martínez.

A 220 kilómetros de distancia, los panistas afincados en la Ciudad de México tienen un monotema: el futuro de Ricardo Anaya. Mientras algunos juran y perjuran que buscará la gubernatura de Querétaro, otros afirman que ya está pactado que el excandidato presidencial obtendrá una diputación plurinominal en las elecciones de 2021.

Todo arreció cuando los suspirantes a la gubernatura, el senador Mauricio Kuri González y el diputado Marcos Aguilar Vega, vieron la más reciente encuesta de Massive Caller, la cual coloca como puntero a Anaya Cortés.

El resultado del sondeo –Anaya, 38%; Kuri, 24%; Aguilar, 17%– avivó la grilla blanquiazul. El tema está ahora en los restaurantes a los que acuden los políticos, en los pasillos de las cámaras legislativa, en la sede nacional del PAN y, por supuesto, en los círculos de poder queretanos.

En los rumbos del Bajío cuentan que aunque Anaya Cortés está viviendo buena parte de la semana en una de las casas familiares de Querétaro, no aspira a convertirse en el sucesor del gobernador Francisco Domínguez Servién, quien, nos dicen, está alentando el rumor de que “Ricky Riquín Canallín” –AMLO dixit– sí quiere ser profeta en su tierra.

La intención de Domínguez sería abrir “fuego amigo local” contra Anaya y así restarle posibilidades frente a su favorito, Mauricio Kuri, coordinador de los senadores panistas y exalcalde de Corregidora, uno de los municipios políticamente más importantes de la entidad.

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Quienes se mueven en el entorno de Ricardo Anaya comentan que por lo pronto dejará correr el rumor de que buscará la gubernatura de Querétaro, pero que en realidad tiene decidido volver al ruedo en cuanto “se abra una grieta política”, con la intención de convertirse por segunda ocasión en el coordinador de los diputados federales del PAN, para el periodo 2021-2024. La cosquilla de liderar un frente ANTIMORENA en las próximas elecciones presidenciales sigue siendo un tema que ocupa su mente, comentan.

El equipo de Anaya sabe que aún no ha surgido un líder opositor que mida fuerzas con AMLO y capitalice el descontento de diversos sectores, como el de los empresarios, y el de ciertas regiones del país. Y quieren ocupar ese vacío político.

En tanto, los aspirantes a la gubernatura queretana enfilan críticas a Anaya, como para espantar el fantasma del Plan B anayista, que sería jugársela con todo en su estado.

Marcos Aguilar, exalcalde de Querétaro, recordó recientemente que Anaya consiguió menos votos que AMLO en Querétaro, lo cual lo ubica en una posición similar a la que tuvo la también excandidata presidencial Josefina Vázquez Mota en el Estado de México, donde no pudo ganar la gubernatura. El senador Mauricio Kuri ha andado más discreto en público, pero activo en privado.

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De cualquier forma, Anaya no la tiene fácil: la animadversión que mostraron ciertos sectores cuando anunció que daría clases en la UNAM y el recuerdo del escándalo por presunto enriquecimiento inexplicable aún están en el ambiente, a pesar de que haya sido exonerado por los tribunales.

Y es que más allá de lo legal, durante la campaña presidencial el gobierno de Peña Nieto le pegó donde duele: finanzas, familia y credibilidad.

@emeequis