El fiscal Joseph Nocella informó al tribunal y a la defensa que la Fiscal General de los Estados Unidos (Pam Bondi) había autorizado a su oficina a no solicitar la pena de muerte contra los tres capos.
Higinio Martínez: cuando el homenaje se vuelve descaro
El senador con licencia Higinio Martínez, quien inició una gira de supuestos “homenajes” por sus 50 años de trayectoria política, es señalado por hacerlo en horarios laborales.
El fiscal Joseph Nocella informó al tribunal y a la defensa que la Fiscal General de los Estados Unidos (Pam Bondi) había autorizado a su oficina a no solicitar la pena de muerte contra los tres capos.
Uno de los festejos de Higinio.
EMEEQUIS.– Hay políticos que confunden la memoria con la propaganda y el reconocimiento con el autoelogio. Tal es el caso del senador con licencia Higinio Martínez, quien inició una gira de supuestos “homenajes” por sus 50 años de trayectoria política. El problema no es que quiera recordar su historia —tiene derecho—, sino que lo haga a costa del servicio público y bajo una narrativa que suena más a precampaña que a reflexión.
En Tultitlán, Ecatepec, Texcoco, Tecámac, Los Reyes, Texcoco, Nicolás Romero, Chalco e Ixtlahuaca, los eventos ocurrieron en horas laborales. Es decir, mientras la gente hacía fila para una constancia, un trámite o un reclamo, sus alcaldes y funcionarios estaban en un auditorio escuchando discursos de unidad y lealtad al movimiento.
Y no eran pocos: presidentes municipales, síndicos, regidores, diputados y hasta secretarios de ayuntamiento dejaron su lugar de trabajo para acompañar al doctor Higinio en su recorrido político-emocional.

En círculos políticos critican que Martínez rebasó una línea muy delgada entre lo institucional y lo partidista, y con toda intención. Porque si bien los legisladores pueden alegar receso parlamentario, los alcaldes y ediles no tienen justificación legal ni ética para abandonar sus oficinas. Pareciera que en estos “mítines” el culto al liderazgo está por encima de la obligación con la ciudadanía.
Además, hay algo especialmente irónico en que estos eventos estén cubiertos de frases sobre “recuperar la confianza del pueblo”. Hay quienes cuestionan: ¿Cómo confiar en una clase política que abandona su trabajo por aplaudir al que busca volver al poder? ¿Cómo pedirle unidad al pueblo si los propios liderazgos utilizan recursos humanos e institucionales para fines personales?
Quienes critican este tipo de actos dicen que no fortalecen al movimiento, lo debilitan. Porque el ciudadano común no ve homenaje ni legado… sino privilegio, simulación y ausencia.
@emeequis