Estados Unidos atacó un buque de narcotráfico cerca de la costa de Venezuela, matando a cuatro presuntos narcoterroristas sin bajas propias. La operación, ejecutada bajo órdenes del presidente Trump, aumenta la tensión regional y genera cuestionamientos sobre soberanía y operaciones militares en aguas internacionales Estados Unidos atacó un buque de narcotráfico cerca de la costa de Venezuela, matando a cuatro presuntos narcoterroristas sin bajas propias. La operación, ejecutada bajo órdenes del presidente Trump, aumenta la tensión regional y genera cuestionamientos sobre soberanía y operaciones militares en aguas internacionales
Las imágenes inéditas de la explosión de Iztapalapa
La explosión de una pipa de gas en el Puente de La Concordia, Iztapalapa, dejó al menos 31 muertos y decenas de heridos, en lo que ya es uno de los siniestros más mortíferos de la CDMX. Videos inéditos y testimonios revelan los primeros minutos de pánico, con víctimas quemadas buscando auxilio, operadores del Trolebús intentando evacuar a pasajeros y vecinos narrando cómo el fuego convirtió el asfalto en un piso que “lloraba” chapopote. La tragedia expuso además los riesgos acumulados en la zona, donde se han registrado 38 accidentes en seis años y donde hoy existe una grieta que amenaza con nuevos colapsos
Estados Unidos atacó un buque de narcotráfico cerca de la costa de Venezuela, matando a cuatro presuntos narcoterroristas sin bajas propias. La operación, ejecutada bajo órdenes del presidente Trump, aumenta la tensión regional y genera cuestionamientos sobre soberanía y operaciones militares en aguas internacionales Estados Unidos atacó un buque de narcotráfico cerca de la costa de Venezuela, matando a cuatro presuntos narcoterroristas sin bajas propias. La operación, ejecutada bajo órdenes del presidente Trump, aumenta la tensión regional y genera cuestionamientos sobre soberanía y operaciones militares en aguas internacionales
Por Maricarmen Gutiérrez Romero, Natalia Ortiz y Miguel Ángel Teposteco Rodríguez
EMEEQUIS.- Un 10 de septiembre, 2025. La tragedia de la explosión en Iztapalapa camina lentamente sobre los cuerpos de las víctimas, mientras los paramédicos se apresuran a salvar a los heridos. A prolongarles la vida todo lo posible, como una pesa sosteniendo un hilo a punto de romperse.
Es una carrera contra el tiempo, el tic toc de un temporizador que flota en el aire. En un video inédito conseguido por EMEEQUIS, se puede ver esa escena desde arriba. Ambulancias al lado de la vialidad. Una cortina de humo que baila y se estira, como queriendo alcanzar los puentes de concreto. Y las lenguas naranjas que salen de la pipa, de la fuga que aún está viva. Y los paramédicos tienen que correr porque es una amenaza con la que no se puede negociar, en medio de una tarde azul grisáceo donde el viento sopla fuerte, en la que la muerte es una navaja contra el cuello.
Como parte de los reportajes sobre el puente de La Concordia, EMEEQUIS presenta materiales inéditos del día de la explosión que mató, por lo menos, a 31 personas y que mantiene en el hospital a varias más. Estos videos y fotografías forman parte de la radiografía de una tragedia que se ha convertido en uno de los siniestros más mortíferos de la historia reciente de la Ciudad de México.
La explosión de la pipa de gas se dio el pasado 10 de septiembre en los límites de la alcaldía Iztapalapa y el Estado de México, cuando, dentro del Circuito de la Concordia, una pipa de la marca Silza, con capacidad para 49 500 mil litros de gas, se volcó, disparando combustible por encima de los camellones, entre las patas de los puentes, abrazando los cuerpos de las personas.
Para complementar estas nuevas imágenes, el equipo de EMEEQUIS ha reunido una serie de testimonios sobre ese día. Algunas imágenes muestran a las víctimas quemadas, recién salidas de la explosión, aún rodeadas de humo, con la ropa y la piel colgando y en busca de agua. Mientras que otras tomas, vistas desde las alturas, muestran la brutalidad y magnitud de la catástrofe.
Una de las historias más representativas es la de Karen, que atestiguó lo ocurrido desde su zona de trabajo. Se alejó cuando ocurrió la explosión, pero después regresó y, como pudo, apoyó a quienes resultaron afectados. Sus cámaras documentaron todo, siendo estas las que tomaron el video que dio la vuelta a todo México, el cual fue presentado en el reportaje Nuevo video de la pipa 37 segundos antes de la tragedia: iba a velocidad normal.
En uno de los videos inéditos se observa a una mujer que llega con humo saliendo de su cuerpo, visiblemente desorientada. Detrás de ella se ve la explosión y la columna negra del combustible quemado. De repente, Karen se acerca con una cubeta de agua. Arroja el líquido para apagar el fuego. En ese momento el video se corta.
Otro de los videos muestra la misma situación desde otra perspectiva. De fondo se escuchan las sirenas de patrullas, ambulancias y posiblemente de los camiones de bomberos que atraviesan con sus pesados cuerpos las vialidades.
En entrevista con EMEEQUIS, Karen comenta que la mujer que roció con agua estaba en situación de calle y vivía debajo del Circuito de la Concordia. “De vez en cuando venía a comprar cigarros” o barría y limpiaba la zona a cambio de que se le invitara el desayuno con una señora que vende café por la zona.
Los gritos de dolor por la quemazón es algo que Karen no puede olvidar. Explica que cuando la mujer llegó estaba irreconocible; después, Protección Civil les pidió que no vertieran más agua sobre los afectados, lo mejor era apagarlos o enfriarlos con un extintor.
Auxiliar con agua es correcto como primer medida, siempre que se utilice agua a temperatura ambiente para ayudar a enfriar la piel y estabilizar el organismo. Sin embargo, debe hacerse con precaución, ya que una exposición prolongada puede provocar hipotermia en los afectados mientras llega la atención médica especializada.
ATERRADORES PRIMEROS MINUTOS DESDE EL TROLEBÚS ELEVADO DE SANTA MARTHA
En uno de los videos, grabados por Apuleyo Cenobio Islas, trabajador del Trolebús de Santa Martha, se ven los primeros segundos de la tragedia. Lo que llama atención son los gritos:
- ¡Súbanse ya!
- ¡Todavía sigue tronando, Romeo!—grita alguien fuera de toma.
Los policías arriba de una unidad del Trolebús llaman por sus celulares y comunicadores.
- ¡Había una señora!—exclama uno de ellos.
Dos brazos negros de humo inclinados nacen por debajo del puente, que se ve a lo lejos. Los uniformados corren por el asfalto.
- ¡Esa mamada nos va a alcanzar!
Están en la unidad. Se cierran las puertas, se oye el pitido. Avanzan. Alguien pregunta ¿Me voy hasta Chalco? Es decir, a la estación de Chalco, la última de la línea. El humo se confunde con los follajes quemados de los árboles que adornaban los camellones de La Concordia.
- ¡Vámonos, va a explotar esa madre, güey! Ya en el Trole, ya súbete y vámonos— le dice un uniformado a alguien por teléfono.
“¡NO GRABEN!”, LA NUBE BLANCA SE ALZA AL CIELO
Otro material, narra más escenas de los primeros minutos de miedo.
Apuleyo dijo que el estallido se oyó como un golpe seco. Como un disparo, “pero fuerte”.
- Ya después fueron constantemente varias explosiones, pero quiero pensar que fue por los carros que se estaban quemando—narra en entrevista.
Después de la explosión, recuerda, pasaron varios segundos. En el video, se escuchan los gritos de Apuleyo:
- ¡No se expongan, no vayan a grabar, señores! ¡Súbanse, señores!
En el Trolebús elevado, les dice a todos que no se arriesguen mientras la nube blanca se eleva por los altos puentes de concreto. La gente rompe los protocolos de seguridad, cruza los andenes, las líneas amarillas, y se organiza en las orillas para poder grabar qué está pasando. Algo que nunca habían visto en su vida.
- ¡Primero está su vida, súbanse! ¡Con calma, con calma, váyanse a la estación, váyanse a la estación!—les repite Apuleyo.
Le explica a la gente que camina junto a él Si tienen lesión, súbanse a la estación. La grabación es improvisada; antes se veía el puente, ahora, se ve el asfalto y los pies. El trabajador recorre varios metros de la vía. Junto a una de las unidades azules del Trolebús, hay una mochila negra tirada.
- ¿A dónde está el incendio?—pregunta alguien fuera de cámara.
- ¡Olvide el incendio, cuiden su vida, vayan a la estación!
- ¡Hijos de su puta madre!—grita una voz.
- ¿No estás viendo que es un accidente?—responde otra.
LAS LLAMAS VIVAS DE LA PIPA DE LA CONCORDIA
Apuleyo vivió algunos de los momentos más traumáticos de la explosión del Puente de la Concordia, con una perspectiva privilegiada, desde las alturas:
- Se escuchó un estruendo muy fuerte y, de repente, se vio nomás como una nube gris—narra en entrevista.
Los trabajadores se acercaron para ver:
- Pero la gente ya venía corriendo (...) si es gas, una pipa. Entonces, ya la gente empezó a correr, y empezamos a quitar a la gente de ahí, que estaba grabando, cuando de repente vimos el flamazo.
Y la gente corrió para resguardarse. Apuleyo dice que no sintió el calor:
- Todo fue muy, muy rápido, fue muy caótico; lo que hicimos fue correr por la gente (...) tardó un poco la ayuda porque tuvimos tres compañeros lesionados, operadores, pero dos de ellos los movieron a la siguiente estación.
Pero la ayuda no llegaba:
- Un compañero con su auto particular nos hizo el favor de ir por ellos, los trajo acá y ya los bajamos, y ya de este lado los atendió una ambulancia.
Uno de esos heridos continúa hospitalizado, explica, estuvo dos semanas entubado:
- Le practicaron una traqueotomía, ya se va recuperando poco a poco, porque de hecho nos comentan que la mano le quedó como guante de box.
La herida le había hecho que se le cayeran los dedos.
Apuleyo también filmó las unidades del Trolebús que fueron flameadas por las llamas de la explosión de La Concordia. La pintura brillante de color azul de las unidades chinas, muestra el video, tenía sus propias nubes blancas. Y polvo, que era, según explica él, por los extintores con los que enfriaron los vehículos.
Algunos conductores recuerdan que, cuando tocaron las unidades, aún estaban calientes por el fuego.
En otro video, hay un vidrio roto. Él no sabe si lo rompieron las llamas o los usuarios que querían salvarse de la explosión.
PÁNICO EN EL PARADERO DE SANTA MARTA
Desde la base de combis del paradero de Santa Marta, las colas del humo negro atraviesan las ballenas con la leyenda AJAX. Hay gente que incluso en la tragedia camina tranquila.
En otro video, de la misma escena, hay un hombre que presiona su teléfono contra su oreja. Y mucha gente evacuando.
EL PISO LLORÓ LUEGO DE LA EXPLOSIÓN
Virginia Buendía Rivera, que vive a menos de 500 metros del lugar del siniestro, vio su vida atravesada por el momento de la explosión en Iztapalapa.
- Yo llegué cansada del tianguis, me metí; lo primero que vi es que se iba a desplomar mi techo, porque se jaloneó.
Salió corriendo y le gritó a su hija:
- ¡Salte, porque se va a caer el techo, está temblando!
Pero cuando salieron vieron a toda la gente corriendo:
- Se sentaron traumados, ya venían sin cosas, sin celular, sin nada, habían perdido todo, venían en caos.
Se escuchaban las explosiones:
- Pensábamos se nos acabó la vida, porque la gasera está ahí.
Menciona que del piso botó el chapopote por la explosión:
- Que le ponen al piso, haga de cuenta que lo botó para afuera, porque, si ustedes van ahí, se ve el piso, así como si hubiera llorado, el chapopote escurrió; volvió a hervir, de la explosión tan fuerte.
En el reportaje La Concordia en Iztapalapa: 38 accidentes en seis años, EMEEQUISdocumentó que en el Circuito de la Concordia se han registrado al menos 38 accidentes entre 2018 y 2023.
También presentó videos previos a la explosión, mismos que la Fiscalía se ha encargado de descalificar. Sin embargo, la fiscal encargada del caso, Bertha Alcalde, pasó de afirmar que la pipa circulaba a exceso de velocidad, 50 kilómetros por hora, a precisar después que iba entre 44 y 46 kilómetros por hora.
Pocos días después, se abrió un socavón en la curva donde ocurrió la tragedia. La jefa de Gobierno, Clara Brugada, dijo que la fisura que se abrió en el Circuito de la Concordia (y que atraviesa la zona donde ocurrió la explosión) corresponde a una grieta.
De acuerdo con datos oficiales de la alcaldía Iztapalapa, dicha grieta mide 3 metros de diámetro, con proyección de agrietamiento de 6 metros y una profundidad de 2 metros, mucho mayor a otras aberturas a las que el mismo gobierno se ha referido como socavones.
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