“El ejército ucraniano estaría vendiendo sistemas de armas estadounidenses en el mercado negro, incluidos a los cárteles de drogas mexicanos”, afirma el periodista Tucker Carlson. Ucrania lo niega.
¿Ser jueza en Sinaloa? Delia Quiroa, buscadora y candidata
Delia Quiroa, quien busca a su hermano desde 2014, se cambió de la carrera de mecatrónica a la abogacía para ayudar a su colectivo. Hoy está entre las aspirantes a ser jueza en Sinaloa, una entidad azotada por la violencia.
“El ejército ucraniano estaría vendiendo sistemas de armas estadounidenses en el mercado negro, incluidos a los cárteles de drogas mexicanos”, afirma el periodista Tucker Carlson. Ucrania lo niega.
Su posible paso del activismo al Poder Judicial. Foto: Especial.
EMEEQUIS.– Delia Quiroa nunca consideró vivir muchas de las cosas que la han llevado hasta la actualidad, en la que forma parte de la lista de candidatos a juez de distrito en Sinaloa.
Ver su nombre en una tómbola del Senado es tal vez el hecho más reciente, pero en entrevista con EMEEQUIS, Quiroa, quien es activista y buscadora, reconoce que se trata de una cadena de hechos que la trajeron hasta este momento.
DESPLAZADA, “RASCATUMBAS” Y ACTIVISTA
Delia Quiroa es originaria de Culiacán, Sinaloa, pero a los 7 años se mudó con su familia a Reynosa, Tamaulipas, sin saber que en 2014 la ciudad que conocía como hogar ya no tendría un espacio seguro para ella.
Tras dos secuestros previos a manera de extorsión para el negocio de su familia, ocurrió un tercer secuestro, el de su madre, María Valdez, y su hermano Roberto.
Días después, su madre María fue liberada, pero su hermano Roberto no. Desde entonces, la familia se quebró.
“Fue hasta el secuestro y desaparición de mi hermano, el 10 de marzo del 2014, que salí desplazada de ahí y me fui a refugiar a la Ciudad de México. Derivado de todo eso empezamos a acudir a las autoridades pues para pedir que nos ayudaran, que buscaran a mi hermano, que lo rescataran y empezamos a lidiar con el sistema de justicia, a batallar. Así fue como empezamos a conocer otras personas que también tenían el mismo problema que nosotros y tenían familiares desaparecidos por lo que empezamos a organizar búsqueda de personas en Reynosa, fuimos unas de las primeras en salir a buscar y nos llamaban rascatumbas, no era bien visto ni conocido como ahora”, relata en entrevista con EMEEQUIS.
“Damos testimonio con esperanza de que nuestra apuesta por nuestra vocera y abogada @DeliaQuiroa fue aprobada también por el procedimiento de insaculación con número 3 durante el método de insaculación del Comité de Evaluación del Ejecutivo Federal”, informó el Colectivo 10 de marzo sobre el resultado de la tómbola.
La actividad en campo y formar parte fundadora del Colectivo 10 de Marzo dieron otro giro nuevo a la vida de Delia, pues cuando su hermano fue víctima de desaparición forzada, ella estudiaba ingeniería en mecatrónica, pero como activistas necesitaban cada vez más un apoyo legal, por lo que llegó el cambio de carrera.
“Me di cuenta que necesitábamos un abogado ya que de los abogados que habíamos tenido y pagado, no había avances, que no hacía mucha diferencia pagarle a un abogado y necesitábamos que fuera alguien que realmente le importara. Así que cambié de carrera y me puse a estudiar derecho y me especialicé en amparo.
“Empecé a ayudar a las señoras del colectivo con algunos trámites, amparos para combatir los abusos y negligencias de autoridad y pues tengo ya casi 11 años este con el colectivo y en la lucha contra las autoridades omisas que no quieren buscar, identificar y entregar a nuestros familiares”.
LOS SENTIMIENTOS ENCONTRADOS CON LA REFORMA JUDICIAL
Al hablar de la Reforma Judicial propuesta por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador -–ante quien su madre se arrodilló en una conferencia matutina para pedirle que trabajara y ayudara a los colectivos de familiares desaparecidos–, Delia señala que tiene sentimientos encontrados, pues aunque se ha presentado como una oportunidad para participar activamente en la impartición de justicia, también considera que ha sido un proceso irregular.
“Cuando anunciaron la Reforma Judicial, vimos que cualquier persona podía proponerse para ser juez, ministro o magistrado. Y la verdad, la reforma no se hizo de una forma adecuada. No hubo una planeación ni un análisis si a futuro esta reforma va a ser realmente efectiva.
“Porque sí, se necesitaba desde hace muchos años una Reforma Judicial por el retraso en los juzgados, la carga de trabajo y lo tardado que es para nosotras las víctimas cuando acudimos al amparo y tardan 4 o 5 años en resolver, es pesado, pero también sabemos que no es culpa de nosotros. La Constitución dice que la justicia debe ser pronta y expedita”, explica.
Sin embargo, ante esa posibilidad siendo activista y abogada de profesión, Delia relata que algunas mujeres del colectivo comenzaron a animarla a participar.
“Me dijeron, ‘tú te la pasas metiendo amparos, conoces los juzgados y tienes la sensibilidad’. Claro que en este caso no podría involucrarme en casos de mi colectivo, pero podríamos buscar la forma de ayudar a otros. Así que me inscribí, sabía que era una moneda al aire y nunca me imaginé llegar a este punto, en el que ya voy a aparecer en las boletas”, comparte.
SER JUEZA EN SINALOA
El escenario es complejo, reconoce Delia pues ya que decidió registrarse y participar en su estado natal, uno que atraviesa una cruenta guerra entre grupos criminales a fuego abierto desde hace más de 150 días.
“De Tamaulipas estoy desplazada desde hace muchos años, he recibido amenazas y no me sentiría tranquila trabajando en un juzgado en Tamaulipas. Entonces pensé en Sinaloa, ahí está mi acta de nacimiento y es un estado que necesita mucha ayuda por la situación que se vive, pero a diferencia de Tamaulipas, veo que en Sinaloa la gente salió a marcharse, se está oponiendo a vivir en una crisis así por siempre, están están haciendo algo y aunque se va a necesitar mucho apoyo porque se está llenando de fuerzas armadas, de autoridades, hasta espionaje en Estados Unidos, va mucha gente a pedir la protección y amparo de la justicia federal para evitar violaciones a derechos humanos.
“Entonces, yo digo que ahí podría también yo ayudar, sé que es un estado muy complicado porque aparte pues ¿quién va a querer salir a votar? ¿Quién va a querer salir a votar a cómo está la situación ahorita? Pero vamos a intentarlo, mi mayor deseo es ponerme al servicio de las personas, ayudar a los demás… yo solo pido que se logre el milagro de que regrese mi hermano”.
¿Qué se votará en Sinaloa el 2 de junio? De acuerdo con lo señalado por el Instituto Nacional Electoral, se determinó que habrá dos divisiones de circuito en las que la población podrá votar por sus magistrados y jueces, dependiendo de la división a la que corresponda su domicilio.
El total de cargos a elegir a nivel local (por circuito) es de siete magistrados y de cinco a seis jueces. Mientras que en cargos nacionales se elegirán nueve ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, cinco integrantes del Tribunal de Disciplina Judicial y dos magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
“Yo veo difícil en estado de Sinaloa que la gente quiera salir a votar en estos momentos, pero al mismo tiempo pienso que hay que ejercer el voto y salir a elegir a nuestros jueces, ver los perfiles, ver quiénes realmente están interesados por hacer un cambio y una reconstrucción del tejido social y pues pedir al gobierno que haga su trabajo y garantice la seguridad de las personas, no solamente para estas elecciones, sino para que puedan ejercer libremente sus derechos y vivir una vida normal. Desde ahora tienen que trabajar para pacificar el estado y que la gente pueda vivir con normalidad”, concluye.
@FridaMendoza_