El Gobernador Joaquín Díaz Mena participó en la 51ª Sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública, donde se ratificó la estrategia conjunta para mantener a Yucatán como el estado más seguro del país.
Guerra por las pluris: un debate con división de Morena como telón de fondo
Morena enfrenta tensiones internas y negociaciones con PT y PVEM por la reforma electoral centrada en los plurinominales. Mientras Sheinbaum busca limitar estos espacios de poder, Monreal y aliados defienden la representación proporcional. Expertos alertan que eliminarlos reduciría la pluralidad y concentraría el poder, mostrando la fragilidad del partido y los límites de su hegemonía
El Gobernador Joaquín Díaz Mena participó en la 51ª Sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública, donde se ratificó la estrategia conjunta para mantener a Yucatán como el estado más seguro del país.
EMEEQUIS.- Morena enfrenta su propio campo de batalla rumbo a la Reforma Electoral. De no tener cuidado podría entrar en conflicto con aliados internos y externos del partido, afirman especialistas.
El gran reto de Morena será contener sus propias fracturas y, al mismo tiempo, negociar con PT y PVEM, cuyos espacios plurinominales representan una cuestión de supervivencia política.
Lo que parecía una propuesta de reforma electoral encaminada a “perfeccionar la democracia” se ha convertido en una disputa interna que exhibe la fragilidad de Morena y la complejidad de su coalición.
El debate sobre los diputados plurinominales ha dejado ver que existen visiones encontradas de la presidenta Claudia Sheinbaum con otros integrantes del partido como Gerardo Fernández Noroña o Ricardo Monreal.
Mientras Sheinbaum insiste en que en Morena “hay mucha unidad” y que los plurinominales se han convertido en cuotas de poder que deben reformarse, Monreal ha defendido abiertamente el sistema proporcional como una garantía democrática. “No es posible ni correcto eliminarlos. Las minorías tienen que tener representación”, advirtió. Noroña, por su parte, reconoció que existe “fuego amigo” y un “golpeteo interno”, aunque minimizó el riesgo de fractura.
EN EL CENTRO DE LA DISPUTA LOS PLURIS
Para el profesor de la Facultad de Derecho de la UNAM, Luis Salazar, esta reforma rompe con la tradición de las últimas tres décadas. “Contrario a lo que se había dado, no es la oposición la que exige cambios después de un proceso electoral. Es la primera ocasión que parte más de un deseo desde el Poder ejecutivo de modificar las reglas”, sin embargo, Morena no puede modificar la Constitución solo, necesita de aliados que siempre han necesitado de esta herramienta representativa.
En el centro de la disputa están los plurinominales, figura que ha permitido que partidos pequeños y minorías tengan voz en el Congreso. “El riesgo de eliminarlos es que millones de votos no se verán reflejados en las decisiones nacionales. Eliminar no significa mejorar. Hay que perfeccionar la representación, no borrarla”, insistió Salgado.
El problema no es solo interno. Morena necesita a sus aliados para alcanzar la mayoría calificada. “Morena por sí sola no puede reformar la Constitución”, recordó Salgado. “Tendrá que negociar con el Partido del Trabajo y el Partido Verde Ecologista, partidos que históricamente han sobrevivido gracias a los plurinominales. Ellos saben que desaparecer esa vía atenta contra su propia existencia política” así que las negociaciones se tendrán que hacer antes de presentar una propuesta de reforma.
“Y sí, como son espacios de representación, cada partido político cuida esos espacios porque le representan una esfera de decisión y, al final, también una traducción en el presupuesto que garantiza su viabilidad política. Habrá que ver cuál es el diálogo con su coalición y cuál es el diálogo, también, con la oposición”.
Es decir, el debate no solo enfrenta a Monreal con Sheinbaum: también coloca a Morena frente a sus socios de coalición, que difícilmente aceptarán ver reducidos los espacios que garantizan su presencia en el Congreso y los recursos públicos asociados a esa representación.
Además, el académico alertó que la iniciativa de una reforma electoral, apunta a la reducción o eliminación de órganos electorales locales y a un debilitamiento del INE, lo que “implica riesgos de concentración política y una regresión del sistema que tanto costó construir”.
¿SISTEMA BIPARTIDISTA?
El politólogo Christian Salazar, profesor de la UNAM, advirtió que el impacto de la eliminación de plurinominales trasciende la coyuntura de Morena: “Quitar esta figura reduciría el número de partidos en México y nos acercaría a un sistema bipartidista. Eso limitaría la pluralidad y configuraría una democracia de corte aristocrático, donde solo las mayorías determinan el rumbo del país”.
Para el académico, Morena mantiene hoy su cohesión gracias a los incentivos del poder, candidatos a gubernaturas, presidencias municipales y mayorías legislativas, pero esos incentivos no son eternos. “La experiencia del PRI, el PAN y el PRD muestra que tarde o temprano las diferencias internas generan rupturas. En Morena eso es probable en el futuro, sobre todo si intentan imponer reformas que afectan a las corrientes más pequeñas dentro y fuera del partido”. Sin embargo, asegura que aún existe un partido saludable que tendrá largas negociaciones para librar disputas internas.
“Esto va a cambiar en el momento en que Morena tenga el desgaste normal de todos los partidos que están en el gobierno y vaya disminuyendo su votación, o vaya disminuyendo el número de votos y decisiones que tenga en los distintos cargos de gobierno y de representación. Entonces, yo creo que hasta ese momento vamos a poder ver, en realidad, rupturas al interior de Morena. En este momento, yo creo que todavía vamos a ver esta mayoría por un buen tiempo”.
Sin embargo, “en primera instancia los temas que se planteen nos van a poder dar más idea de cómo están las fuerzas al interior de Morena”.
¿DÓNDE ESTÁ LA OPOSICIÓN?
Salazar también responsabilizó a la oposición, a la que acusó de renunciar al debate real. “La oposición no debería limitarse a rechazar la reforma. Debería presentar una contrapropuesta. De lo contrario, otra vez Morena impondrá su mayoría”, señaló.
Las contradicciones son claras, mientras Sheinbaum insiste en que no habrá fracturas, en la práctica ya existe un choque de visiones. No solo en temas como la reforma al nepotismo o la reforma electoral. Los señalamientos hacia Adán Augusto de pertenecer o al menos saber sobre el grupo delictivo “La barredora” o las acusaciones de violencia sexual que caen sobre el diputado Morenista Cuauhtémoc blanco, tambien han resaltado que Morena no converge en unión.
Incluso, Noroña advirtió que “la oposición fuerte saldrá del propio Morena”; mientras Monreal defendía la representación proporcional que lo llevó a San Lázaro; y Sheinbaum busca limitar un esquema que, en su lectura, se ha vuelto un mecanismo de control cupular.
FOROS QUE NO SON ESCUCHADOS
La comisión presidencial encargada de la reforma iniciará los diálogos en octubre. Sin embargo, los especialistas anticipan que el proceso podría repetir un patrón ya visto: foros, parlamentos abiertos y consultas que, al final, no cambien una sola coma del proyecto enviado desde Palacio Nacional.
El reto de Morena es doble: negociar hacia adentro para evitar que las diferencias se conviertan en rupturas y, al mismo tiempo, construir acuerdos con PT y PVEM, que ven en los plurinominales una cuestión de supervivencia política.
La guerra por los pluris no es un detalle técnico de la reforma electoral, funciona como un espejo de la fragilidad de Morena como partido hegemónico y un recordatorio de que ninguna mayoría es eterna.
@marrome259