El analista Ernesto Guerra señala que “hay un descuido de quien le ayuda, de quien le asesora o de quien le pasa estas tarjetas”, al referirse a la posible mala información que recibió Sheinbaum para decir que la Presidencia de la Corte se definiría por paridad.
Y de pronto gritó: ¿puedo sacar mi acordeón?
“Es muy difícil recordar tantos nombres como a tantas personas en tantos cargos”, explica el señor Gabriel, quien mejor pidió permiso para usar su acordeón.
El analista Ernesto Guerra señala que “hay un descuido de quien le ayuda, de quien le asesora o de quien le pasa estas tarjetas”, al referirse a la posible mala información que recibió Sheinbaum para decir que la Presidencia de la Corte se definiría por paridad.
Más vale pedir permiso. Fotos: Alejandro Alatriste.
EMEEQUIS.– La inédita e histórica elección del Poder Judicial 2025 trajo escenas que no se habían visto antes en la historia de México, como el uso de acordeones para recordar a las candidatas y a los candidatos para votar.
En hojas de papel, en celulares o en copias fotostáticas, algunos ciudadanos anotaron los nombres y los números que anotarían en la boleta.
El señor Gabriel llegó a las 15:07 horas en la sección 4593 en San Simón Tolnahuac, en la alcaldía Cuauhtémoc. A la entrada de un conjunto habitacional fue recibido por una ciudadana que le informó que al final del pasillo se encontraban los funcionarios.
Con paso discreto metió la mano a su bolsillo y de su cartera sacó su credencial de elector y la entregó a uno de los funcionarios de la casilla.
De pronto sus ojos se abrieron más de lo normal al escuchar que le entregaban seis boletas, y además agregaban: aquí adelante le van a entregar otras tres.
Don Gabriel venía preparado con su acordeón pero de todos modos pidió permiso.
En procesos electorales anteriores el número máximo de boletas que había recibido una ciudadana y un ciudadano eran seis la de candidato a presidente, senadores, diputados federales, jefe de gobierno, diputados locales y alcaldes, hoy eran otras tres boletas.
En el 2024 –en la elección más grande de la historia–, en la boleta para elegir a la o al presidente de México había tres candidatos, hoy en la boleta morada para elegir a los nueve integrantes de la Suprema Corte de la Justicia de la Nación hay 64 candidatos, de los que hay que elegir cinco mujeres y cinco hombres.
Cada ciudadana y ciudadano debía recordar a 51 candidatos y anotarlos en las nueve boletas.
De pronto la mano del señor Gabriel se convirtió en un arcoiris de papel con nueve colores diferentes. Con las papeletas en la mano entró a la mampara.
Y de pronto gritó: “¿puedo sacar mi acordeón?”. Las cejas y las risas suaves de algunos ciudadanos y funcionarios de casilla brotaron de manera espontánea al escuchar la pregunta.
Un funcionario de casilla le respondió también con un grito: “si, úselo”.
Un suspiro se escuchó a un costado de la escalera del conjunto habitacional, dentro de una mampara el señor Gabriel respiraba aliviado porque sabía que podía utilizar su hoja para anotar a sus candidatos en las boletas.
De su bolsa trasera del pantalón, el señor Gabriel sacó una pequeña hoja blanca que comenzó a desdoblar. Sigilosamente para no llamar más la atención.
Durante 11 minutos permaneció en la mampara y salió con sus nueve boletas dobladas a la mitad para dirigirse hacia la urna. Una a una fue metiendo las nueve boletas en la urna.
Recogió su credencial de elector y se enfiló hacia la salida. Miró hacia ambos lados de la acera y caminó hacia el Eje Guerrero
“¿Por qué solicitó usar acordeón en la casilla?”, se le preguntó.
Amable, pero nervioso, el señor Gabriel respondió: “Es muy difícil recordar tantos nombres como a tantas personas en tantos cargos, por ejemplo, jueces, familiares o administrativos, o los que van a la Suprema o los que quieren llegar a un tribunal… es complicado traer 51 nombres en la cabeza y encontrarlos entre más de 350 o 400 candidatos que estaban en las boletas”.
Cuenta que escuchó en las noticias que podían usarse acordeones o notas personales pero no distribuirlas.
“Por eso pregunté si podía usar un acordeón, para que no fueran a anular mis votos”, afirma.
El señor Gabriel cuenta que solo tenía un acordeón para elegir a las ministras y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
“Es que son muchísimos candidatos y uno no puede revisar tantos perfiles para elegir. El resto de las candidaturas me guié por la autoridad que los postuló, si fue el Poder Ejecutivo, el Legislativo o el Judicial”, explica mientras extiende la mano y se despide para continuar su camino.
@alatriste_III