El origen de la foto de Bermúdez Requena que se hizo viral en redes sociales es una reunión de secretarios de seguridad de julio de 2023, en la que Rosa Icela pronunció unas palabras que se volverían proféticas.
Guardia Nacional: los asesinatos de Néstor, Yesii y su bebé nonato
Aquella tarde, concluidas las labores comerciales de Néstor, subió junto con Yesii a su antigua camioneta Dodge Durango blanca y salieron hacia El Aguajito. Una ráfaga de balas interrumpió su camino. Elementos de la Guardia Nacional los apearon a fuerza y los arrodillaron. Testimonios describen que la muerte de la pareja tuvo que ver con el uso excesivo de la fuerza. La GN mantiene hermetismo.
El origen de la foto de Bermúdez Requena que se hizo viral en redes sociales es una reunión de secretarios de seguridad de julio de 2023, en la que Rosa Icela pronunció unas palabras que se volverían proféticas.
A un mes y medio…
EMEEQUIS.― Con 6 mil habitantes aproximadamente, Estación Naranjo es la localidad más poblada de Sinaloa, un municipio del noroeste mexicano en la entidad del mismo nombre, refrescado por los veneros del Río Petatlán, ubicado a unos 40 kilómetros lineales de las aguas del Pacifico, y a unos 80 por carretera, donde presumen desde hace décadas la reiteración de su gentilicio: sinaloenses por origen municipal y estatal.
A unos cuatro kilómetros al norte de Estación Naranjo, sobre la carretera 24, que va hacia a Ocoroni, se encuentra El Alamito, un poblado de poco más de medio millar de habitantes, la mayoría de ellos dedicados al campo y al ganado.
El Alamito se desborda en un puñado de viviendas a uno y otro extremo de la carpeta asfáltica, carcomida esta de tanto en tanto en sus comisuras, como hotcake mal vertido en la sartén. Y en efecto, la carretera se halla flanqueada por álamos, pero también por sauces, huanacaxtles, guamuchiles.
Las casas, dispersas, de dos cuartos unas, completas otras, fincas de varias construcciones algunas, estas con cercas de postes y púas, aquellas, las más, con bardas enanas rematadas por alambradas metálicas.
Lucen sobre todo, aquí y allá, la maquinaria agrícola dentro y fuera de las aisladas viviendas ―tractores, discos de barbecho, barras de segadoras, camiones de carga― , solares de por medio entre esta y aquella, terracerías que se internan entre los terrenos de cultivo.
No hay alumbrado público, de modo que por las noches sólo se cuenta con la luz que escapa del interior de alguna tienda de abarrotes, de alguna vulcanizadora, de los focos que alumbran las puertas y zaguanes. Y en las orillas del poblado, sólo el parpadeo de las luciérnagas. En cambio, los crepúsculos incendian el horizonte.
La tarde del domingo primero de junio, acabadas sus labores comerciales, Néstor y Karla Yesenia, vecinos de la comunidad en cuestión, tenían prevista una visita. El sábado 31 de mayo habían dado la noticia a una parte de la familia, el domingo la darían a la otra: hacía cuatro meses que esperaban un bebé.

Allí en el recinto germinal de Yesenia, casi es seguro que, para entonces, el nuevo ser había alcanzado los 18 centímetros, con toda probabilidad movió ya, por primera vez, su cabeza, sus manos y sus pies. Muy probablemente dio las primeras pataditas a mamá, comenzó a gesticular, y aunque aún no veía, porque sus ojos no habían alcanzado el desarrollo necesario, quizá percibía la luz que se filtraba del exterior, como ocurre en esa etapa.
Los padres habían tomado las providencias necesarias, las visitas al ginecólogo, la exploración con el ultrasonido, los cuidados.
¿Sería niño o niña? No faltaba mucho para que lo supieran sus padres. También compartía la espera su hermano mayor, de ocho años, cumplidos apenas en abril previo, primogénito de Yesenia.
La concepción del nuevo miembro de la familia cambió el sentido de las vidas de todos ellos, subvirtió prioridades, modificó objetivos y las rutinas mismas de su lucha por la vida, Nestor, de 48 años, como comerciante, expendedor de pollo, y Karla Yesenia, de 28, psicóloga por la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), con su empleo de profesora.
EL GARBANZO, BRECHA SIN RETORNO
Así que aquella tarde, concluidas las labores comerciales de Néstor, la pareja subió a su antigua camioneta Dodge Durango blanca, y salieron hacia El Aguajito, donde los esperaban.
De acuerdo con las crónicas de prensa, apenas habían avanzado un par de kilómetros sobre la carretera 24 cuando fueron sorprendidos por los impactos metálicos contra su camioneta. Los tiroteaban de frente desde un convoy de patrullas de la Guardia Nacional.
Bajo fuego, Néstor, que conducía, avanzó cuanto pudo, maniobró, y viró al cabo hacia una de las terracerías, la que lleva hacia la comunidad El Garbanzo. Pero sus persecutores les dieron alcance casi de inmediato. Bajaron a la pareja de la camioneta y los hincaron en la brecha, con las manos sobre la nuca. Uno de los militares cortó cartucho de su automática y puso el cañón sobre la frente de Néstor.
Los testimonios publicados en diferentes medios regionales reportan que varios vecinos se acercaron para tratar de disuadir a los uniformados de disparar. Explicaron a la cuadrilla armada que Néstor y Yesenia no eran criminales, que todos en la comunidad conocían a la pareja, que se trataba de “personas de bien”, sin ninguna relación con actividades delictivas.

Los uniformados no fingieron siquiera escuchar. Mantuvieron a la pareja sometida largo rato, alternando el arma amenazante, y la mano presta a disparar sobre Néstor. Las notas informativas, elaboradas con testimonios de los vecinos, describen el miedo en el rostro de Yesenia: “estaba muy asustada mientras los efectivos mantenían a Néstor hincado y encañonado”.
Cuando llegó Daniel, primo de Néstor, éste le pidió ayuda. “Yo lo miré con vida, me gritó que lo ayudara”, relató al sitio Despierta Sinaloa Noticias. Y trató de hacerlo, pero los miembros de la corporación federal lo echaron del lugar con insultos y amenazas. Así que regresó a la comunidad, “a pedir ayuda, a decir que ahí lo tenían, todavía con vida, yo lo ví, a mi nadie me lo contó”.
Cuando volvió al paraje de El Garbanzo, oscurecía. Sólo iluminaban la escena los faros de las camionetas de la Guardia Nacional. Ya no eran sólo las tres unidades ―entre esta la patrulla 29398― que habían perseguido a la Dodge Durango, ahora eran “muchas más”.
Daniel regresó en su moto, venía con él una tía de ambos, suya y de Néstor, con la esperanza de que la petición de una mujer mayor de la familia pudiese hacer ver su error a los militares. Pero no sirvió de nada. Fue Daniel quien insistió: “Les pregunté por qué los estaban deteniendo”. Por toda respuesta, lo interrogaron:
―¿A qué te dedicas?
― A pastorear vacas…
―¡A la verga! ―lo corrió el oficial al mando.
Daniel insistió. Les dijo lo que ya habían oído de otros vecinos, que Néstor vivía de dos expendios de pollo entero y uno de más de pollo asado, que Yessenia era “recibida, trabajadora”, que no eran criminales.
―¿Entonces pa’ qué corren? ¿Pa’ qué corren? ―reclamó el uniformado.
Cuenta Daniel que desde que llegó, ya no estaba Yesenia, sólo vio a Néstor, encañonado por los militares: “Nunca me la dejaron ver, me corrían, no me dejaban ni voltear. Lo único que me decían era: “¡Pícale a la verga! ¡Pícale a chingar tu madre!”.
Al final, los militares cercaron y echaron a todos del lugar: “Después sólo se escucharon las detonaciones”.
Con Néstor y Yesenia se fue también su hijo nonato. Compartió la bala mortal con su mamá.
YESII, LA MEJOR DE LA GENERACIÓN
Sus allegados la llamaban Yessi, y ella lo escribía, con doble i (Yesii). Era común que compartiera fotos en las plataformas sociales, con comentarios que denotaban el entusiasmo que, al parecer, la caracterizaban, al igual que su carisma: “Que sea eterno todo lo que nos hace felices”, “Buenos recuerdos pa’l corazón”, “Eligiéndote a ti nunca pierdes”, “Que lo bueno te siga, te encuentre y se quede contigo”, “Seremos eternos en brazos de quien nos quiere”.
Sus amistades, familiares, y conocidos, le tributaban cumplidos que ella correspondía. Pero el centro de su vida era su hijo, que en abril de este año cumplió ocho años. Aparecía Yesii en las fotografías con él, abrazándolo, mimándolo, montando el mismo caballo, presumiendo los diplomas de fin del curso escolar, partiendo el pastel de cumpleaños.

Reservaba para él las más afectuosas expresiones: “Pedacito de mi alma”, “Toda mi vida te estaré cuidando, como cuido mi vida, que la viva por ti”, “Te voy a amar hasta morir”…
A Yesii le llevó cinco años, pero completó su licenciatura. Comenzó a estudiar su carrera universitaria cuando su niño aún no cumplía un año. Y en 2022 fue su fiesta de graduación de la Facultad de Psicología Semiescolarizada Extensión Guasave, de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS).
Estaba exultante, como lo mostró en su cuentas de redes sociales: fotos con compañeros y maestros, felicitaciones, abrazos. En la publicación de una de esas imágenes, en la que aparece con toga y birrete, Yesii comentó, el 9 de julio de 2022: “Mi lugar favorito soy yo cuando veo todo lo que he logrado y recuerdo que soy capaz de todo”.
La maestra Nereyda Urias, le escribió: “Éxito Yessi, tú puedes… Eres un gran ser humano con muchas habilidades que te ayudarán a llegar a la cima”.
Otra de sus maestras de la facultad posteó: “Hace unos días la felicité por ser día de la psicóloga. Me resulta increíble estar despidiendo a una extraordinaria estudiante, a un ser humano brillante y comprometido. La Facultad de Psicología Semiescolarizada Extensión Guasave está de luto por la irreparable pérdida de una egresada ejemplar. Sus docentes y compañeros somos testigos de su legado. ¡Descanse en paz!”
Y una de sus excompañeras escribió: “Fue la mejor estudiante de nuestra generación, gran amiga, madre, y una excelente hija”.
“GATILLEROS ABATIDOS”
Quizá por la frustración o la impotencia, pero cuando escucharon las detonaciones, a una prudente distancia de las mismas, algunos de pobladores de El Alamito que habían acudido a tratar de salvar a Néstor y a Yesii de los militares, rompieron en llanto, según se comentó en los chats generados por las diferentes notas informativas que dieron cuenta de los sucesos.
Daniel, el primo de Néstor, tenía un motivo adicional, la rabia por la actitud de los uniformados: “Siento coraje, mucho coraje, porque eran gente inocente. (…) ¿Cómo que nomás así? ¿Cómo que por una confusión los matan?”.
La versión de que se había tratado de una confusión llegó a los chats de Whatsapp de la prensa que cubre la agenda policíaca en la región, después de una primera información que reseñaba los hechos como un golpe al crimen, tal como, de hecho, reportaron diferentes medios regionales y, estatales, así como reputados diarios de la Ciudad de México.
Y no obstante que la corporación eludió dar un parte oficial sobre las circunstancias en que ocurrieron los asesinatos de aquella tarde en la brecha de El Garbanzo algunos de los medios aludidos relataron un episodio que incluía detalles de un presunto ataque a los elementos de la Guardia Nacional, aseguramiento de armas, e incluso hubo casos en los que ilustraron sus notas con fotografías de un ametralladora, sin precisar si se trataba de una imagen de archivo o tomada por el medio.
La versión fue reproducida por unos y otros con gran semejanza:
Dos civiles fueron abatidos en Guasave luego de que agredieron a balazos a elementos de la Guardia Nacional, quienes repelieron el ataque, durante la tarde de este domingo. Los agresores viajaban en una camioneta color blanca con vidrios polarizados e intentaron evadir la presencia de las autoridades al retornar por una brecha. Al no poder huir, los civiles dispararon contra el personal castrense, quienes repelieron la agresión, resultando la neutralización de dos individuos. Durante el enfrentamiento, un vehículo de la Guardia Nacional recibió cuatro impactos de bala en el parabrisas. Los militares aseguraron un vehículo color blanco, una ametralladora calibre 5.56 mm. con un cargador tipo ‘magazine’, con una cinta metálica abastecida. El hombre abatido fue identificado como Néstor “N”, mientras que la mujer que lo acompañaba permanece sin identificar. Tras los hechos, la Guardia Nacional desplegó un fuerte operativo en los alrededores para resguardar la escena del choque armado. Un perímetro de seguridad rodeó el área, con presencia de varias unidades tácticas y vehículos blindados. El objetivo principal de la acción fue asegurar los cuerpos y evitar el acceso de civiles a la zona. No se reportaron detenciones adicionales ni decomisos de armamento más allá de lo empleado durante el intercambio de fuego.
Los cabezales:
― Dos gatilleros son abatidos en enfrentamiento con la Guardia Nacional en Guasave.
― Asegura GN un arma, cartuchos y vehiculo en el municipio de Sinaloa donde murió una pareja.
― Guardia Nacional repele presunta agresión en El Aguajito y deja a pareja sin vida.
Y por el estilo. Después vino la versión de que todo se había derivado de una confusión, así, sin detalles, responsables ni origen preciso de la explicación.

GUARDIANES CON PROTOCOLOS FLEXIBLES
Pero algo no cuadraba. Para empezar, el mutismo de los mandos de la Guardia Nacional sobre los hechos. Normalmente, la corporación difunde en su página y en sus redes sociales, de manera cotidiana, los 365 días del año, reportes sobre sus actividades, operativos, detenidos, fallecidos, e incautaciones.
Pero el reporte del primero de junio no incluyó ninguna referencia sobre los asesinatos ocurridos en aquella brecha de El Garbanzo. La coordinación nacional de la Guardia Nacional, a cargo del general Hernán Cortés Hernández, no emitió boletín al respecto. El coordinador de la Región Noroeste de la corporación, general de brigada Crisóforo Martínez Parra, no emitió comunicación. El coordinador de la Guardia Nacional en el estado de Sinaloa, general Francisco Alvarado Terán, tampoco emitió pronunciamiento,
Pero ni siquiera las autoridades estatales de procuración de justicia estatales tenían información sobre lo acontecido la tarde del domingo en la brecha de El Garbanzo. En su comunicado emitido el día 2 de junio, sobre los hechos de la jornada previa, la Fiscalía General del Estado de Sinaloa (FGE) detalló el habitual rosario de crímenes ocurridos en todos los rincones de la entidad, pero no incluyó ningúna referencia sobre los asesinatos de Néstor y Yesii, aún cuando el ministerio público que dicha dependencia ejerce tendría que tener la información al detalle.
Y es que, al parecer, el levantamiento de los cadáveres se efectuó de manera irregular, de acuerdo con las autoridades municipales, en el más completo sigilo, bajo el resguardo y operación de los elementos de la GN. Con igual reserva recogieron la camioneta, que según testigos presentaba unos 40 impactos de bala.
Gilberto Camargo, director de Seguridad Pública y Tránsito Municipal de Sinaloa de Leyva, reveló en una entrevista de prensa que a diferencia de otros operativos en los que la Guardia Nacional se coordina con el personal de la FGE y con la autoridades municipales, en este caso la corporación militar federal no estableció contacto:
―Ningún reporte, ni de C4 Mochis, ni de C4 Culiacán. Normalmente, cuando hay un evento, viene en coordinación Policía Ministerial, vienen los de investigación, que vienen siendo los peritos; en ningún momento a nosotros, ni tan siquiera se nos informó que había algún detalle.
―¿No tuvieron el más mínimo reporte?
― Ninguno.
―¿Ninguna solicitud de apoyo de la Guardia Nacional?
―No, tampoco. Ellos manejaron todo.
La circunstancia que detonó la indignación pública frente a las ejecuciones, fue la difusión de que Yesii se hallaba en estado de gravidez. La organización defensora y promotora de derechos humanos Amnistía Internacional condenó de inmediato “el presunto exceso del uso de la fuerza por parte de la Guardia Nacional que provocó la muerte de Jessica, una mujer embarazada, y su pareja”. Y exigió a la Fiscalía del estado investigar los hechos.
La Comisión Estatal de Derechos Humanos de Sinaloa inició una investigación de oficio desde el día 3 de junio (Carpeta 36/2025), pero fue turnada después al ombudsman nacional.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ha recibido 899 quejas por presuntas violaciones de los miembros de la Guardia Nacional, y sólo ha emitido 15 recomendaciones, de acuerdo con datos de la misma corporación.
De acuerdo con datos de la propia corporación, en el mismo periodo fueron sancionados a nivel interno 51 mil 946 elementos. También en el mismo lapso, la corporación reportó 909 combates, 98 efectivos y 316 civiles abatidos.
La instancia de Asuntos Internos de la institución desarrolló más de 11 mil expedientes por investigaciones para determinar si hechos relacionados con dichas quejas de la ciudadanía eran dignos de sanción.
GN: “MÁS RESPETO, POR FAVOR”
Al día siguiente de las ejecuciones de Yesii y Néstor, un grupo de habitantes de El Alamito y otras comunidades de la región, encabezados por familiares de Néstor y Yesii, se manifestaron en las instalaciones de la Guardia Nacional en Guasave, con pancartas y consignas, en las que exigían justicia.
Pedían hablar con los mandos de la corporación y también que acudiera el gobernador, Ruben Rocha Moya. Pero nadie los recibió. Cuando una mujer de entre los manifestantes abordó a elementos de un convoy que regresaba a los cuarteles, según los reportes noticioso, uno de los uniformados le exigió:
― Más respeto, por favor…
Y es que en sus cuarteles de Guasave, la Guardia Nacional tiene lo que se dice la moral en alto. Apenas en abril les entregaron instalaciones nuevas a la Compañía 458 de la corporación, autoridades de los tres niveles de gobierno acudieron a felicitarlos.
En el evento, Yorvith Gómez Gallardo, capitán primero de infantería y comandante de la 458 compañía de Guasave, se dijo muy honrado de pertenecer a la Guardia Nacional y poder trabajar por la seguridad de la ciudadanía de la región. Y agregó:
―Espero que esta compañía de Guardia Nacional no solamente sea un punto de referencia, sino un lugar de memorias felices y experiencias inolvidables para las familias mexicanas…
@estedavid