El Centro Histórico de la CDMX es testigo de la historia y la protesta. Mientras el Zócalo se despeja tras la toma de protesta de Sheinbaum y Brugada, el Hemiciclo a Juárez sigue cercado, convertido en lienzo de denuncias: “¡VIVA PALESTINA LIBRE!”, “EL AGUA SE ESTÁ ACABANDO” y el inevitable +43 de Ayotzinapa
Infierno en California: 10 muertos y toque de queda para evitar saqueos
California enfrenta una crisis de incendios forestales con al menos 10 muertos y más de 35,000 hectáreas devastadas. Las autoridades decretaron toque de queda en zonas evacuadas para evitar saqueos, mientras bomberos y refuerzos federales luchan por controlar las llamas. El presidente Joe Biden ha declarado el desastre mayor, comprometido a cubrir el 100% de los costos durante 180 días para apoyar a los afectados
El Centro Histórico de la CDMX es testigo de la historia y la protesta. Mientras el Zócalo se despeja tras la toma de protesta de Sheinbaum y Brugada, el Hemiciclo a Juárez sigue cercado, convertido en lienzo de denuncias: “¡VIVA PALESTINA LIBRE!”, “EL AGUA SE ESTÁ ACABANDO” y el inevitable +43 de Ayotzinapa
La zona de Pacific Palisades devastada. @NoticieroSLV
EMEEQUIS.- La tragedia tiene nombre: al menos diez personas han perdido la vida, más de 35 mil hectáreas han sido arrasadas por el fuego, y miles de familias viven en la incertidumbre, mientras el cielo de California se tiñe de rojo y las cenizas cubren lo que alguna vez fueron hogares.
Para contener el caos, las autoridades han decretado un toque de queda nocturno en las áreas evacuadas. La medida busca frenar los saqueos y proteger lo poco que queda de quienes han perdido todo.
“NO PUEDES ESTAR AQUÍ”
Las palabras del sheriff del condado de Los Ángeles, Robert Luna, resuenan con firmeza: “Si te atrapamos violando esta medida, serás arrestado”. El toque de queda, de 6 p. m. a 6 a. m., no solo busca seguridad; es también un recordatorio de lo frágil que puede ser la calma en medio del desastre.
Mientras tanto, más de 3,000 bomberos luchan contra el tiempo y los elementos. Los feroces vientos de Santa Ana alimentan las llamas, desafiando cada línea de contención trazada. Kristin Crowley, jefa de bomberos de Los Ángeles, describió la situación como “crítica”. Las cifras lo confirman: el incendio de Pacific Palisades ha consumido más de 20 mil acres y apenas un 8% está bajo control.
HISTORIAS DE PÉRDIDA Y RESISTENCIA
Para los afectados, el fuego no solo consume bosques; también destruye vidas. El actor Mel Gibson regresó de un viaje solo para encontrar su hogar reducido a cenizas.
El actor y director, de 69 años, afirmó durante una entrevista con “Elizabeth Vargas Reports” de NewsNation que al regresar a su hogar después de estar en Austin, Texas, se encontró con que este ya no existía. “Nunca había visto un lugar tan perfectamente quemado… Podrías ponerlo en una urna”, comentó Gibson.
El incendio ocurrió mientras Gibson grababa un podcast con Joe Rogan en Austin. Durante la grabación, el ganador del Oscar mencionó haberse sentido inquieto al saber que su vecindario estaba en llamas.
Su relato refleja el dolor de miles de californianos que ven cómo sus recuerdos se desvanecen en el humo.
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Pero en medio de la tragedia, emergen historias de solidaridad. Wolfgang Puck, el célebre chef, convirtió su restaurante Spago Beverly Hills en un refugio culinario para los bomberos y socorristas. “Ellos están dando todo por nosotros, y esta es nuestra manera de agradecerles”, comentó.
UN ESTADO MOVILIZADO
La respuesta no se ha hecho esperar. La Guardia Nacional refuerza las labores en las zonas más afectadas, mientras el presidente Joe Biden declaró un desastre mayor, asegurando que el gobierno federal cubrirá el 100% de los costos durante los próximos seis meses. El comisionado de seguros de California, Ricardo Lara, también anunció una moratoria de un año que protege a los damnificados de perder sus pólizas de vivienda.
UN FUTURO BAJO LAS LLAMAS
A medida que las llamas avanzan, California enfrenta preguntas difíciles. ¿Qué más se puede hacer para prevenir desastres de esta magnitud? Aunque la lucha sigue, el estado sabe que esta batalla no termina cuando el fuego se apaga. La reconstrucción será larga, no solo de las casas, sino también del espíritu de una comunidad que se niega a rendirse.
@emeequis