Sheinbaum y Harfuch reconocen que el principal reto de la seguridad es la extorsión, con cifras al alza, pero mayores herramientas legales para perseguirla.
Estados Unidos se quedará con el petróleo del buque incautado
Estados Unidos pretende confiscar el petróleo del buque incautado en Venezuela. "Existe un proceso legal para la confiscación y ese proceso se seguirá”, señala la vocera Leavitt.
Sheinbaum y Harfuch reconocen que el principal reto de la seguridad es la extorsión, con cifras al alza, pero mayores herramientas legales para perseguirla.
Ya inició el proceso legal para quedarse con el petróleo del buque incautado.
EMEEQUIS.– Estados Unidos ya inició el proceso legal para quedarse con 1.6 millones de barriles de crudo que carga el buque Skipper incautado ayer en las costas de Venezuela bajo acusaciones de transportar combustible para regímenes que apoyan el terrorismo como Irán, dijo la vocera Karoline Leavitt.
“El buque se dirigirá a un puerto estadounidense, y Estados Unidos pretende confiscar el petróleo. Existe un proceso legal para la confiscación de ese petróleo, y ese proceso se seguirá”, señaló Leavitt, tras añadir que los marinos están siendo entrevistados y se están recopilando evidencias en el barco que navega sin estar asociado a alguna nación en particular.
El buque incautado por Estados Unidos cerca de la costa de Venezuela es el Skipper, un petrolero de crudo muy grande (VLCC, por sus siglas en inglés).
Pertenece a la llamada “flota oscura” (shadow fleet), un conjunto de naves sancionadas que operan sin una nacionalidad clara para evadir sanciones internacionales; en este caso, estaba utilizando falsamente la bandera de Guyana, pero no está registrado en ese país.
El tipo de combustible que cargaba es petróleo crudo pesado (heavy crude oil) de origen venezolano, sancionado por EE.UU.Respecto a la cantidad, el buque partió de Venezuela con aproximadamente 1.8 millones de barriles de crudo, de los cuales unos 200,000 barriles fueron transferidos a otra nave antes de la incautación, dejando unos 1.6 millones de barriles a bordo en el momento del decomiso.
El día de ayer, la fiscal Pam Bondi detalló que el buque, que posiblemente transportaba crudo venezolano, fue decomisado por su “implicación en una red ilícita de transporte de petróleo que apoya a organizaciones terroristas extranjeras”.
Bondi agregó que la incautación se dio cerca de las costas de Venezuela y que se llevó a cabo “de forma segura”.
Posteriormente, el gobierno de Venezuela calificó el hecho como “un robo descarado y un acto de piratería internacional. Responde a un plan deliberado de despojo de nuestras riquezas energéticas”.
En la conferencia de la Casa Blanca le preguntaron a Leavitt si una eventual intervención en Venezuela conllevaría el riesgo de una guerra larga y costosa y contestó negativamente.
“Una guerra prolongada definitivamente no es algo que le interese a este presidente. Él ha sido muy claro al respecto. Quiere la paz. También quiere ver el fin del tráfico de drogas ilegales a Estados Unidos, que se cobra la vida de cientos de miles de estadounidenses en todo el país.
“Y él piensa en eso todos los días aquí en la Casa Blanca: con cada barco de drogas que esta administración detiene, salvamos miles de vidas al disuadir y detener el flujo de esas drogas hacia nuestro país”.
Negó que una intervención armada en el Caribe signifique que el presidente Trump se aleje de su meta de ser condecorado con el Premio Nobel de la Paz del año que viene. “Ha sido nominado unas 100 veces este año, es un récord. Ha resuelto nueve conflictos en el mundo y actualmente está trabajando en la paz de Rusia y Ucrania, pero no puedo adelantar sus planes en Venezuela”.
@emeequis
